Si esto se lo pudiera decir a mi jefa cada vez que llego tarde al trabajo sería una magnífica frase; lamentablemente, sólo sirve para leerla y dar un suspiro de insatisfacción sueñeril.
Porque estoy harta de que las horas de sueño que yo practico sean criticadas. "Ayy.. que la niña duerme 9 hoooras!!"
Pues sí señores, duermo eso y más si me dejan. Pero como no me dejan, pues me muerdo las ganas. Si yo me quejara... ¡ay! ¡si yo me quejara!
El otro día, caja de supermercado, yo en mi sillica toda llena de pelotillas del desgaste que tiene ya. No pasa nadie (esto demuestra que sí hay crisis patasliebres, y quien no lo quiera admitir pues allá él). De repente, un hombre que surge de entre los chicles Trident Senses y las pilas alkalinas... un hombre temido por todas las cajeras. Le conocen. Saben a qué viene.
Y ese día me tocó a mi... ¡Tachán tarantantan tachán!
Agarra un paquete de chicles de menta (como buen hombre odioso que es) y lo tira a la cinta. Llega justo delante de mi y me mira. Reacciono:
-Hooola. Buenos días...
-...Hola.
¡Pip!
-Son 69 céntimos.
Saca un billete de 50 €, de entre todas las monedas que tenía en la cartera, y me lo da.
(Apréciese las ganas de tocar los huevos que tenía este hombre).
-Señor, ¿no tendrá algo más cambiado verdad?
Me mira analizándome.
-No.
Pienso por lo bajo como puede nacer tal hijoputa mientras abro la caja y cojo el cambio.
-Y 49,31 €. Gracias.
-Os voy a demandar.
-Ehm, ¿como?, ¿perdone?.
- Que os voy a demandar.
-Señor, ¿ha tenido algún problema con algún empleado de la empresa?
-No. Pero no se trata de eso. ¡Ja! Vosotros váis de listillos. Vosotros váis de que tenéis los mejores precios y que hacéis un favor a la Humanidad, a muchos les habéis hecho creer eso. Si. Pero yo no me lo trago. ¿Ves esas oficinas de allí arriba? (Señala). Voy a ir allí y os voy a demandar. (Me señala a lo "Yoyas" del Gran Hermano).
-Señor. Dígame que problema tuvo.
-¿Yo? Ninguno, lo tenéis vosotros que sois unos ladrones.
-Especifique por favor. (¡Ole mis ovarios!).
-¡Pues sepa, que la misma lata de anchoas cuesta 1,98 en el Carrefour de Avilés y 2,98 aquí, a 25 km. escasos!
-Oh, vaya. Pues si tiene ese tipo de problemas, sólo existe una solución, caballero.
(Esperando la respuesta). -No venga. Mejor Avilés, totalmente.
No os relato lo demás porque está plagado de puñetazos y tiroteos con mi Sig-Sauer P226.
No, la coña está en que despues de este teatro, simplemente hizo "psá" y se fue.
Ahora bien, no me preguntéis que hizo luego, pero chillidos o amenazas lejanas no escuché durante mi jornada de trabajo de aquel día.
Y menos mal que me pilló ya de buena mañana que si me coje a las 10, recién levantada, le muerdo el brazo. ¡Ea!
Hay que apretarse los bolsillos, que vienen tiempos difíciles.
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