Qué caótico :{º

Todo el mundo nos llevamos hostias físicas de vez en cuando. La mía fue ayer. Sin comerlo ni beberlo me convertí en la farola humana del paseo marítimo.

Una advertencia: si no domináis completamente el arte del patinaje en línea, no intentéis bajar una cuesta en pendiente del 10% al segundo día de aprendizaje o, en su defecto, a los 6 años de no usar los patines.

Yo no hice caso de mi pequeña conciencia que me suele decir que soy estúpida o suicida, ayer ella tenía razón y no la hice caso, pero dejo esto bien claro: normalmente la hago caso, últimamente más, eso es lo que tiene madurar...

Me calcé los patines en línea que compré cuando tenía 12 años (lo admito, aún me valen, no me creció más el pié, os podéis imaginar qué talla tengo) y empecé a andar por el asfalto.Todo iba bien en un principio. Incluso estaba disfrutando, pero en un momento dado empecé a esquivar a la gente que había paseando...

Dios, fue como en las películas que El bueno persigue al Malo y le salen animales, mujeres con carritos de bebés, cristaleros, fruteros, ancianos con bastón..., ya sabéis, esas cosas, y uno se dice: "¡Qué cutre, qué casualidad que aparezca ahora todo eso, hombre!"

Pues así fue. Juro que cuando miré antes de bajar la pendiente no había nadie.

Pero señores, la suerte hizo que esquivara todo menos un perro que me apareció y se sentó en medio de la acera.

Sí, habéis acertado, lo esquivé.

No, habéis fallado, ahí no fue cuando me comí la farola. 

Viré a la izquierda con un acto reflejo, y ahí estaba: una pendiente que superaba la anterior, y justo en medio una farola.

Decidí agarrarme a ella o iría directa al final de la bajada donde comenzaba el mar... o morir por el camino.

Bajé todo en menos de 8 segundos a unos 20km/h.

Ocurrió todo muy rápido. Me agarré al farol cual ninja. Mi parte superior del cuerpo me tiraba hacia atrás, hacia ella, y la inferior tendía hacia adelante con los patines...

...resbalé, obviamente.

Fue una experiencia, sin duda. Atraje la atención de la gente, el castañazo fue muy sonoro. Caótico es poco.